El sábado fui al museo moderno a seguir a Martín Kohan en una visita guiada de la colección estable. Él se paraba frente a obras y leía textos escritos a mano con lapicera azul en un cuaderno tapa blanda de hojas rayadas. Un cuaderno escolar, tamaño cuaderno de comunicaciones. Me hizo sentir bien que lea algo escrito a mano.
En un momento se detuvo en una obra que yo ni había notado que estaba, era grande como una habitación pequeña y carísima en Palermo, estaba en el medio de una de las salas, pero aún así no la había visto porque hay mucho arte moderno que paso por alto. Una estructura de hierro que delimita el espacio de un cubo.


Kohan se metió dentro del cubo de aire y citó una canción de Spinetta que decía algo así como “te haré un lugar, te haré un lugar, te juro que te haré un lugar” y planteó dos preguntas, qué es un lugar y cómo se hace un lugar. También diferenció la idea de hacerle un lugar a algo ajustándolo a lo que ya está, como cuando en un estante lleno de ropa se mete una remera a presión, y hacer lugar abriendo espacio, expandiendo. Creo que empecé este newsletter para eso, para hacerme un lugar. Por eso vuelvo. Hola, cómo están?
Les cuento que todavía no abandoné la historieta, voy por la mitad más o menos. Durante meses no pensé mucho y últimamente pensé en varias cosas, quizás las ponga acá. Hasta la próxima, espero que sea pronto.
(le cambié el nombre a esto)
¡Qué lindo regreso! Acá te seguimos leyendo :)